jueves, 15 de noviembre de 2007

DAR LA VIDA ES UN BLOG QUE TIENE LA FINALIDAD DE COMPARTIR REFLEXIONES DE VIDA,AMOR,COTIDIANAS Y HACER UNA REFLEXION CRITICA DE CIERTOS SUCESOS E IDEAS QUE CIRCULAN POR EL MUNDO CIBERNETICO
Carta a un/a posible ejercitante
Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J Estimado/a amigo/a (Nombre):Hacer los Ejercicios Espirituales es una decisión que compromete al que va a iniciarlos, en varios aspectos: situarse «a solas con Dios» sin caretas, descalzo, con la propia vida ... ; un deseo ardiente de cambiar de vida: conocidos los propios desórdenes, ordenarse y buscar la voluntad de Dios en la disposición de la propia vida [EE. 1]; «jugar limpio» con Dios ofreciéndole todo lo que uno es y tiene para que ÉL disponga de todo ello conforme a su voluntad [EE. 5].Entrar en Ejercicios Espirituales de San Ignacio no es ir a enriquecer, en primer lugar, tus conocimientos de... sino buscar una experiencia de encuentro personal, un «tú a tú con Dios» que habla al corazón y transforma la propia vida. Es dejar actuar al Espíritu Santo para que vaya haciendo su obra en ti. Se trata de ir descubriendo el ritmo de Dios en ti, de ponerte en sus manos y como el barro en manos del alfarero dejarte hacer (Jer 18,2-6). Cuando uno quiere contar con Dios en su vida, en sus proyectos... quiere decir que está abierto a la sorpresa. Dios sorprende cuando menos lo pensamos y de la forma más inesperada.Dios se comunica de forma peculiar al que se acerca a Él, por eso algunas de las actitudes fundamentales de esta experiencia serán: «caminar con la antena puesta», es decir, estar a la escucha, captar las resonancias que tiene en tu interior la oración, el deseo de vivir al estilo de Jesús, el sufrimiento de la gente, cercana o lejana, la ilusión de una entrega al servicio de la Iglesia, de los necesitados... la radicalidad en el seguimiento de Jesús.¿Qué pasará a lo largo de esta experiencia? ¿Qué decidiré? ¿Se me comunicará Dios con la suficiente claridad como para que yo arriesgue TODA mi vida, o parte de ella? Estas y otras preguntas quizá están amaneciendo a tu conciencia, o ya han amanecido. Hoy, ahora, no tienen respuesta. Se te invita a la postura de Abraham: «Sal de tu tierra y ponte en camino a la tierra que YO te mostraré» (Gen 12,1). En la aventura de Abraham, como en la nuestra, y en este caso en la tuya, Dios es la brújula y tiene absoluta preferencia en el camino, porque ÉL nos irá indicando el norte de nuestra vida, de nuestra entrega, de nuestro futuro.La persona que desea introducirse en esta experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, en busca de una decisión que le lleve a una «elección de estado de vida» [EE. 135.169-188] o a una «reforma de vida» [EE. 189], debe presentarse maduro y sereno en su autonomía, esencial y profundo en su experiencia de fe. El que trata de leer la Voluntad de Dios en su vida aprende a conocerse, interpreta con sinceridad su historia y los acontecimientos que la constituyen. Ama, ante todo, la verdad, se pone en manos de Dios, escucha las insinuaciones procedentes del Espíritu, desea guardar viva la memoria de Jesús, es libre, está en camino sin ataduras ni miedos, en constante búsqueda de Dios.La experiencia de los Ejercicios en la vida ordinaria (EVO) no es un camino fácil, y sin embargo está al alcance de cualquiera que desee aprender a vivir, en todo, desde Dios. Los Ejercicios utilizan el «pan cotidiano» de nuestra experiencia, para educar el corazón y la fe, para abrirnos a la acción del Espíritu y para iniciarnos en la amistad del Señor. No falsean en nada la realidad personal de cada uno, ni el peso de sus mecanismos psicológicos, más o menos armónicos, ni las constantes relaciones con sus respectivos grupos de vida y de trabajo, ni tampoco la interior alianza, que debe renovarse incesantemente, con Dios. Se trata, pues, de un «camino de libertad» para transformarse, siguiéndolo desde la interioridad del silencio que nos va convirtiendo, en hijos del Padre, hermanos de los hombres y servidores de la Vida (Los ejercicios espirituales en la vida corriente Guilles Cusson, S.J. Sal Terrae, Santander, 1976, p. 15).La adaptación de los Ejercicios Espirituales data del mismo tiempo de San Ignacio. El libro de los Ejercicios tiene delante al «ejercitante ideal», al que en clima de retiro se entrega a la experiencia por espacio de 30 días, más o menos [EE. 4]. Pero el mismo San Ignacio, consciente de que no todos los que quisieran hacer los Ejercicios podían disponer de este tiempo, prevé en las Anotaciones: [EE. 18,19 y 20] distintas adaptaciones según la capacidad y circunstancias del ejercitante. La Compañía de Jesús, a lo largo de su historia, ha ido adaptando los Ejercicios de San Ignacio a las personas y sus situaciones.Somos conscientes de que hay no pocos cristianos que quisieran hacer los Ejercicios de San Ignacio, pero no disponen de tiempo para retirarse, no sólo treinta días, sino ni siquiera menos. Buscamos una adaptación tanto en la temática como en la dedicación. Nuestro quehacer diario es muy rico en vivencias, pero también es cierto que difícilmente encontramos un tiempo para estar «a solas con Dios».Anímate a llevar a cabo esta experiencia. Si tienes a mano un "acompañante", no lo dejes de lado. El acompañamiento, aunque es un aspecto fundamental de los Ejercicios, lo dejamos a libre elección. Que el Señor te guíe en este proceso. Que busques y decidas, desde tu libertad, aquello a lo que el Señor Jesús te invita. Uno no se arrepiente nunca de haber "jugado" limpio con Dios. ¡ÁNIMO!"Si me buscáis de todo corazón me encontraréis" (Jer 29,11-14)"El Señor es mi pastor, nada me puede faltar" (Sal 23)"Como busca la cierva corrientes de agua viva, así te busca mi alma a ti mi Dios" (Sal 42)

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